Sogndal - Alesund














Iniciamos la jornada, con intención de realizar un par de rutas turística, la primera la Sognefjellsvegen y la segunda posiblemente la más famosa de todas las rutas, la trollstigen. La ruta de Sognefjellsvegen es un espectacular paso de montaña donde llegas a alcanzar los 1430 metros, esta ruta es la principal puerta de entrada del parque nacional jotunheimen. La ruta de trollstigen o escalera de los trolls es una carretera de montaña igual que la anterior, pero muchísimo más turística debido a sus once curvas de 180º y a la inclinación de su carretera del 9%.

Nada más iniciar la primera ruta, empezamos con la ascensión del primero de los tres puertos que hoy tendremos que afrontar. Según vamos ascendiendo por la carretera la temperatura empieza a disminuir, hemos empezado el día con 19ºC y llegando a alcanzar los 5ºC !en pleno Julio.¡ Según ascendemos han ido desapareciendo los abetos para aparecer los arbustos y neveros, hasta que hemos alcanzado el punto más alto de la ruta donde ya solamente había neveros, pequeños lagos y un viento frío que invitaba a no salir del coche ni para hacer fotos.














A nuestro paso fuimos viendo algunas de las lenguas del glaciar Josteldalsbreen, que por falta de tiempo no pudimos ver, y otra bonita iglesia medieval de madera. Esta ruta merece la pena hacerla, las vistas desde arriba del puerto son espectaculares.

Al llegar al centro de visitantes del fiordo Geiranger, Norsk fjordsenter, paramos para comernos una salchicha, como viene siendo costumbre, y descansar un rato. Desde aquí hasta la troslltigen, pero antes nos desviamos un poco para poder ver el que seguramente sea el fiordo más impresionante de toda Noruega El Geirangerfjorden. Para acceder al pueblo de Geiranger descendemos el segundo de los puertos del día, pero esta vez el tiempo no nos acompaña en absoluto y a la lluvia se le une una fina niebla, bastante incómoda. En la mitad del puerto aparece
un mirados, plagado de turistas te enseña una de las mejores vistas del fiordo y del pueblo.
Teniendo en cuenta que cada vez se estaba poniendo peor el tiempo y que la fina niebla se había convertido en densa niebla, decidimos dar media vuelta y subir de nuevo el puerto.

Al llegar arriba del todo es donde nos surge la anécdota del día, sin saber cómo ni donde ni porque, nos equivocamos en alguno de los cruces que teníamos que tomar, y en lugar de aparecer a los pies de la troslltigen, después de pasar 4 túneles inmensos aparecimos en Hellesylt, al otro lado del geirangerfjorden. Este contratiempo nos retraso más de una hora en llegar al hihostel, pero la verdad que las vistas impresionantes hacen que nos olvidemos de nuestra torpeza.

Ahora sí que tomamos la dirección correcta y nos dirigimos directos a la trollstigen. El descenso de este puerto fue de todo menos divertido y placentero. Aquí la niebla vuelve a hacer aparición, pero en este caso en su variante más agresiva, éramos incapaces de ver nada por delante del morro del coche. De hecho no pudimos sobrepasar en ningún momento los 40 km/h. Las curvas iban llegando sin que nos diésemos cuenta, y aquí la velocidad disminuía hasta los 20 km/h, toda una odisea, si señor...
Al llegar abajo del todo, intentamos sacar alguna foto de la carretera, pero apenas se veían las dos primeras curvas, todo lo demás era niebla, otra forma de conocer la carretera.














Tras este triste contratiempo, que hizo que también nos retrasáremos más de la cuenta, pusimos rumbo a Alesund donde tenemos reservado el alojamiento. Después de buscar el hihostel y ver medio pueblo desde el coche, y que por cierto estaban de fiestas, nos liamos los bokatas en la habitación para cenar. El día había resultado largo, así que después de preparar el día de mañana, a las 24 horas damos por despedido el día.